Lapislázuliz

Palabras en el aire que buscan ser respiradas.

Te veo dormir entre los brazos de la sábana
y escribo para no torturarme,
estás a mi derecha, conversando con mi respiración
mientras acaricio la calentura de tu brazo
aunque ni sientes mi tacto.

Me enseñas los caminos por los que divagas,
yo solo escucho tus discursos,
los fundamento en cada sentencia,
en cada firme decisión
en la que inviertes tus segundos al hablarme.

Y me veo en tus sueños
nadando entre tus cejas,
entre el espacio que tu piel y la mía dejan
mientras señalizas mis labios con tus formas
y yo sólo espero
porque con tu risa llega la calma a mi tormenta.


Y este soundtrack está recién estrenado:

Admiro su belleza, pero temo su ironía.
Mérimée


Y yo te he visto llorar sobre las piedras,
no por mí, no por nadie,
sólo por ti y tu belleza herida.

Y te he admirado,
he besado tu piel con mis dedos
nunca a tu alma
no me dejabas entrar en ella.

Entendí tu silencio...


Estos días, los que pasaron
los que vienen
te abrazan a mí,
te encierran en la cárcel de mis besos
que construiste indestructible
para que ni la distancia la supere.

Tus huellas, ahora que no estás
brotan como la miel
dulces sin hastiar,
las reproduzco en mi piel
y te niegan el abandono espiritual.

Magnífica tu alma que vuela y vuelve
que se queda en la penumbra de mis celos
que espera la mirada insegura de mi deseo
y te ríes, de alegría extrema
y lloras, lloramos
cuando cada uno se aleja.


Gracias por el soundtrack, Tulipán.

                                                                   Huanta, Ayacucho - Perú

Los dedos en la frente
los pies descalzos en el barro después de la lluvia
las miradas a las nubes negras aún
la gente, por vez primera, se acuesta en la acera
esperando el rayo de Dios
¿llegará aquél rayo impetuoso?
Ellos creen que sí,
¿yo?
qué importa lo que yo pienso
si existe la fe.

Ya dan las 4 de la mañana
me veo recostada en un santo
que no sé cómo se llama
que me mira como Dios lo haría
profano su casa y me duermo.
Hay miles como yo
hay miles, pero nos separa la indiferencia
de recibir la hostia hoy
pero qué importa lo que yo pienso
si existe el amor.