Lapislázuliz

Palabras en el aire que buscan ser respiradas.

Imagen: Rosaserdio

He leído nuestra vida juntos
y la he amado,
camelias, tulipanes y rosas rojas se asomaron.

Me he visto recostada en tu pecho
bajando y subiendo por tu respiración
mientras traes a la luz a Alberti,
lo repasas cerca de mis oídos
y me prometes no una casa cualquiera
una de libros donde quepamos los dos.

Vallejo, Pessoa y Spinoza están en nuestra casa,
nos saludan cuando al pasar miramos las paredes
y nos hablan mientras celebramos al amor.

Goytisolo nos recuerda esta historia
y otra vez Vallejo, incólume y febril
nos dibuja en una sola silueta.

Yo me miro en tus manos,
en tus hombros blancos a luz del sol
y no me equivoco cuando pienso
que mi mañana, hasta ahora, es tu hoy.

Un soundtrack demasiado especial.

Imagen: Antoniomas.com

No he querido comprender tu naturaleza
no, si me he reído de tu asombro por el mundo.
He divagado en el borde de tu espalda
cuando termina, cuando comienza.
He tocado tus sueños,
como cuando uno toca un libro viejo
y he fantaseado en más de uno,
creyéndome dueña de tus besos.
Tus ronquidos me han enseñado
que la bulla es buena en algunos momentos,
cuando la paz no se ha ido
y la risa invade nuestro techo con sombras melodiosas
y abriga la casa del frío limeño
aunque en Madrid el sol aún no se haya puesto.
Coincidir... coincidir es mi verbo favorito.