Lapislázuliz

Palabras en el aire que buscan ser respiradas.

Si evitamos soñarnos y nos encontramos mano con mano
en el mismo malecón,
bajo el mismo faro, sobre el mar
con la luz de un recuerdo
con la voz del olvido
con la promesa del entendimiento.

Yo te vería por fin sentado sobre las piedras
jugando con tirarlas al mar
entre diciembre y febrero
cuando el sol y la luna
se aman aún a la 5 de la tarde.

Te acompañaría,
sobre tu hombro recostada
y me quedaría de tu mano abrazada
esperando que me cantes un beso.